Familia: Umbelliferae
Nombre científico: Conium maculatum
Nombre vulgar: Cicuta
Localización: 20531 Cuevas de San Marcos (Málaga)
Fecha: 3 de mayo de 2014
La cicuta (Conium maculatum) es una planta muy venenosa que se conoce y utiliza desde tiempos remotos. Puede alcanzar los dos metros y medio de altura, sus tallos huecos, cubiertos de un polvillo blanquecino, tienen manchas pardo-rojizas. Sus flores, pequeñas y de color blanco, se disponen en umbelas. Se encuentra en orillas de ríos, bordes de caminos y zonas sin cultivar.
El principio activo que la hace extremadamente peligrosa es el alcaloide coniína, que se encuentra por toda la planta en estado natural en una proporción de 0,008% en tallos y hojas frescas, 1% en los frutos verdes y 0,5% en los maduros. Algunos gramos de frutos verdes serían suficientes para provocar la muerte de un humano. Los primeros síntomas de envenenamiento con cicuta son vómitos, dilatación de las pupilas, pérdida de coordinación, enfriamiento de las extremidades, convulsiones y muerte por parálisis respiratoria.
En la región mediterránea la cicuta se utilizaba para envenenar legalmente a los condenados a muerte, no solamente en Atenas, donde entre otros, se utilizó para eliminar a Sócrates, sino, según Estrabón, también en España.
Con frecuencia, las plantas utilizan diversas estrategias (toxicidad, pelos urticantes, espinas…) para defenderse del ataque de herbívoros, pájaros, insectos, etc. Si nos fijamos en la cicuta, la mayor concentración del alcaloide se encuentra en los frutos, ya que, si se desaprovechan al ser ingeridos por cualquier animal, la supervivencia de la planta queda seriamente amenazada. Su toxicidad es una táctica más para disuadir a sus posibles depredadores y, en definitiva, orientada a la perpetuación de la especie.